Publicada en Radio Jai –
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La cuarentena traerá consecuencias tanto en términos de salud como económicos. Uno de los problemas que dejará son los resultados de la mala alimentación en los niños sumado al sedentarismo, la falta de deporte y el exceso de tiempo que pasan frente a las pantallas. La pediatra Sabrina Critzmann, en diálogo con Radio Jai, analizó la situación actual que viven los niños frente al confinamiento.
“En tiempos de cuarentena se vieron dos cosas, por un lado, que estamos criando y trabajando a la vez. Los que tenemos la suerte y el privilegio de trabajar desde casa, al mismo tiempo estamos con nuestros hijos, lo que complica buscar opciones por esta atención dividida. Por otro lado, al estar en casa más tiempo hay ciertos procesos de la alimentación, que no tenemos tiempo de hacer cuando salimos de casa, que se empezaron a ver, como por ejemplo remojar las legumbres y cocinarlas, al haber más tiempo en casa se puede acceder a la cocina”, explicó Critzmann y agregó: “Lamentablemente las estadísticas muestran que hay un aumento en la compra de jugos y de productos procesados que es uno de los problemas más grandes con los niños. Pero también hay mucha gente que ha descubierto cosas nuevas en la cocina”.
“Lo que es importante destacar, es que cuando uno dice que no está bueno darles galletitas a los chicos es algo fundamentalista. Las estadísticas de enfermedades metabólicas en niños como sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, caries se van duplicando cada tres años. Algo hay que hacer, no podemos desinformar. El fundamentalismo queda de lado cuando hablamos de empresas que nos quieren vender cosas diciendo que con eso nuestro hijo va a crecer sano cuando en realidad es todo lo contrario”, dijo la pediatra.
Que los niños empiecen a comer más saludable pasa por lo que hay en cada casa y por lo que consumen los adultos. “Los que fuimos criados entre los 80 y los 90, cuando fue el auge de los ultraprocesados, estamos acostumbrados a tener galletitas o patitas de pollo en casa y son cosas que hoy sabemos que no nos hacen bien. Antes no lo sabíamos y lo empezamos a descubrir a partir de ahora”, aseguró y agregó: “No hay que obligar a los niños a comer cosas sanas, sino que no les ofrezcamos cosas que no son sanas. Hay que revisar qué tenemos en casa”.
Con respecto al encierro y la poca actividad física que los niños están realizando, la pediatra dijo que “el ejercicio y la actividad física es todo un tema porque no todos contamos con un patio o un balcón para movernos. Los niños tienen un impulso de estar moviéndose todo el tiempo, explorar, subirse, bajar y está bueno promoverlo porque es importante para ellos”.
Con respecto a la protección y promoción de la lactancia deseada tenemos muchas fallas. La pediatra afirma que “uno de los problemas más grandes es volver al trabajo remunerado fuera de casa y todo lo que representa sacarse la leche en un baño y llevarla en un colectivo. Llega un momento donde esto se vuelve muy complejo y se terminan cayendo las tasas de lactancia deseadas”.
La Organización Mundial de la Salud dice que un niño debe ser amamantado por lo menos durante los primeros 6 meses y después lo que desee el niño y la mamá. “Esto es imposible de cumplir. A los 6 meses hay un 30% de niños amamantados en argentina y va bajando. El problema es que los profesionales no acompañan y por otro lado el trabajo remunerado fuera de casa. Si no podemos apoyar a las madres que desean amamantar y las hacemos volver al trabajo es imposible cumplir con esa cuestión. Por eso siempre decimos que la lactancia es una responsabilidad social”.
“Yo veo puntos a favor y en contra de la cuarentena. Entendemos que estar en casa es agotador, sobre todo si no tenemos fecha de finalización. Es una experiencia nueva, que vamos aprendiendo día a día. Tampoco vamos a ignorar que estar dentro de casa para los niños en algunas situaciones puedes ser muy estresante por eso estuvo bueno que se haya pensado en hacer salidas recreativas”.
Con respecto a los niños que llevan una dieta vegetariana o vegana, la doctora explicó: “Muchas sociedades científicas relacionadas a la pediatría y la nutrición dejan en claro que la alimentación basada en plantas es apta para todos los momentos del ciclo vital: niñez, lactancia, embarazo, edad avanzada. Siempre que este acompañada por un profesional que lo pueda supervisar. Los niños, niñas o bebes pueden ser vegetarianos, muchas veces esto tiene que ver con un posicionamiento ético de la familia. Mientras consuma todos los nutrientes está perfecto”.
“En argentina es muy común la malnutrición por exceso y no por carencia. Por ejemplo, por exceso de harinas o azúcares refinados que causan daños metabólicos, pero esos niños tienen un peso normal o alto, entonces se piensa que no le faltan nutrientes, esto es un paradigma de muchos años, es parte de nuestra cultura. Pero este niño que tiene sobrepeso tal vez le faltan nutrientes, este anémico, le falte zinc o calcio. El peso no asegura que se tengan todos los nutrientes que son buenos para crecer”, finalizó Critzmann.
*Reproducción autorizada por Radio Jai.