Primero quiero empezar por este punto: si la familia lo decide, no está mal dar papillas, siempre y cuando no sea una sopa procesada y teniendo en cuenta que es importante que vayamos subiendo las texturas para no quedarnos en la papilla para siempre (¿Les interesa tener más información sobre este tema? pueden encontrar a esta nota “Empezar con papillas”).
Ahora vamos con el otro punto: el queso blanco, sugerido por tanto tiempo en el consultorio pediátrico, NO es necesario. No se recomiendan lácteos antes del año de vida debido a su relación con la anemia y la constipación. Cualquiera de los «quesos» del supermercado tienen una gran cantidad de ingredientes industriales que no son aptos para bebés (ni buenos para nadie…).
¿Qué opciones SÍ se le puede poner a la papilla?
Si queremos ponerle «más nutrientes» a una papilla, agreguemos aceites vegetales: el aceite de oliva es una muy buena opción. También grasas como el ghee o las cremas de frutos secos (¿Buscás posteos acerca de grasas saludables? Los podés encontrar en ACÁ).
Por su parte, si queremos un untable nutritivo podemos procesar legumbres o frutos secos (por ejemplo semillas de girasol) con aceite de oliva y especias (sí, los bebés pueden comer especias).