¿Por qué las legumbres SÍ son una buena opción para iniciar la alimentación complementaria?

Lamentablemente, las legumbres son poco consumidas. Vienen en empaques aburridos, no tienen mucha publicidad y están en la parte de abajo de la góndola. ¿Por qué pasa esto? Porque son baratas, rinden mucho, son muy nutritivas y de gran calidad alimentaria…

Muchos me consultan: «¿Cuándo puedo dar legumbres?» Desde el inicio de la alimentación complementaria. «¿Pero no son redondas y chiquitas, lo que genera riesgo de asfixia?». Si las adaptamos, ¡no!

Entonces… ¿cómo podemos ofrecer legumbres desde el inicio de la alimentación complementaria?

  • Como puré; o si hacen BLW, se puede dar una cuchara precargada y que jueguen con ella.
  • Como hamburguesitas.
  • En forma de harina: hay harinas de lentejas, de arvejas, de garbanzos… se puede hacer faina, pan, galletitas (pueden encontrar recetas en #RecetasSC).
  • En forma de fideos (de arvejas, lentejas, garbanzos).
  • En forma de untables: hummus de garbanzos, porotos blancos procesados con remolacha, untable de porotos negros y oliva.

¿Siempre hay que remojar antes? Remojar, o incluso fermentar, genera que las legumbres se puedan digerir más fácil, permitiendo que se absorban mejor sus nutrientes. Si alguna vez nos olvidamos o no hay tiempo para hacer esto, ¡no pasa nada! Les dejo un tip: lo ideal es cocinar de a montones y frizar.

¿Qué legumbres podemos usar? Cualquiera: porotos negros, rojos, blancos y mung; garbanzos; lentejas; lentejones; arvejas… Hay mil opciones.

Las legumbres son un alimento rico en proteínas, calcio, zinc y hierro. Animémonos a incorporarlas en nuestro día a día. Son tan baratas y sustentables que la OMS las pone dentro de los mejores alimentos para lograr «Hambre Cero» en el mundo.

Si querés saber más sobre Recetas hacé click ACÁ



Comparti en las redes

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email
Share on whatsapp
WhatsApp