Tristemente, la caries infantil es una enfermedad común en niñxs. Esto se debe al consumo de ultraprocesados con mucha azúcar en su composición, al uso prolongado de la mamadera, al alto consumo de jugos y a la falta de cepillado y de control odontológico (lamentablemente, también por profesionales desactualizados).
Sin embargo, NO existe asociación entre lactancia materna por encima del año de vida y caries dental.
Los estudios metodológicos serios sobre el tema muestran que la leche materna NO es un causal de caries, sino todo lo contrario: contiene sustancias que cuidan a los dientes (por ejemplo, prebióticos y probióticos que mantienen sana la microbiota oral).
Además, durante la toma de pecho el pezón se sitúa al final de la boca del bebé, en el límite entre paladar duro y paladar blando, por lo que no toca los dientes y en el mismo acto en que el pezón se exprime, la leche es ingerida (Weber et al, 1986). Es decir que no “toca” los dientes.
NO EXISTE EVIDENCIA CIENTÍFICA que demuestre la relación caries/lactancia materna por encima del año de vida. Y no es una indicación de destete. Las patologías de la cavidad oral son parte de las principales enfermedades crónicas no transmisibles que aquejan a nuestra sociedad. La salud oral tiene que ver con nuestra microbiota intestinal y pulmonar, influye en el desencadenamiento del parto prematuro y otras patologías. Es por eso que es muy importante cuidar la salud oral, desde antes del nacimiento.
Hoy sabemos lo fundamental que es cepillar desde el primer diente con cepillo y pasta flourada, en la dosis adecuada; el control de la boca durante el embarazo; y la consulta precoz a nuestro odontopediatra de cabecera (tan importante como la consulta al pediatra).
Fuente: Lactancia materna y caries, AEPED, 2015
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