¿Qué son las convulsiones febriles?
Las convulsiones febriles típicas son movimientos atípicos del cuerpo (tónicos clónicos generalizados) con desconexión con el medio. Los niños o niñas pueden ponerse rígidos, sacudirse, tener la mirada «en blanco», hacerse pis encima y no responder a nuestro llamado.
Estas se pueden dar en niños o niñas de entre 6 meses y 6 años. Pueden suceder con temperatura tanto de 38° como de 40°C, y no es que con «más» temperatura hay más riesgo.
Las convulsiones febriles dan muchísimo miedo porque la primera vez es un evento súbito que no se puede preveer. Sin embargo, generalmente no generan ningún daño y se dan en niños y niñas sanos. Muchas veces no se vuelven a repetir.
¿Qué podemos hacer ante un cuadro de convulsiones febriles?
- Evitar traumatismos (ponerle un almohadón, manta o algo que amortigüe, y alejar objetos que los puedan lastimar).
- Controlar el tiempo que duró (es difícil en el momento, pero es importante).
- Colocar al niño o niña de costado, hacia el lado derecho.
- Aflojar la ropa, sobre todo la que está alrededor del cuello.
- Si es el primer episodio, dirigirse a un servicio de urgencias. Allí se buscará la causa de la fiebre para darle tratamiento oportuno.
- No deberíamos meter objetos en la boca, dedos o lo que sea «para que no se trague la lengua», pues ESO NO PASA, y podemos causar daño. Además, al introducir nuestros dedos nos podemos lastimar.
- Las convulsiones febriles simples se siguen por el pediatra de cabecera y son más frecuentes si existe algún antecedente en la familia.