«Hoy no es siempre» y «Comer y criar».
Cuando los veo a los dos en el estante, me acuerdo de la adolescente de 15 años que fue, muerta de vergüenza, a una editorial con dos manuscritos de novelas anillados entre las manos. También me acuerdo de la risa burlona de la persona que me atendió. «Acá no recibimos esas cosas, querida».
No había internet masivo en esa época así que esos manuscritos se dedicaron a comer polvo desde ese momento (no se preocupen, la literatura argentina no se perdió nada ).
Quince años después, Ana Wajszczuk me contactó por Facebook y abrió la puerta a estos dos ladrillitos que observo amorosamente en su estante mientras escribo esto. Entre los dos suman unas mil páginas que mezclan información, bibliografía, poesía, recetas, fotos y varias cosas más.
Los escribí en largas noches de puerperio con un bebé dormido sobre un almohadón en mis piernas, y en fines de semana de horas interminables. Es una sensación extraña escribir: por un lado es un trabajo, por otro los plazos siempre están al borde, y por otro el placer de leer el capítulo terminado al día siguiente de escribirlo y decir «AH PERO LA PUCHA CUÁNDO ESCRIBÍ TODO ESO» es fabuloso.
Gracias a @planetadelibrosar por permitirme publicar estos libros, a mi amiga @cecippintos por ser la primera que pensó que esto podía pasar, a @anawajszczuk y @adrianafernandez193 por las propuestas y los festejos (siempre hay algo que festejar ) y a todo el equipo gigante que trabajó en ambos libros. Y sobre todo GRACIAS a ustedes que me leen, que me mandan fotos de sus bebés chupando los bordes, de la receta de torta de lentejas, de sus historias en la Neo, como la mía, sus palabras hermosas y su amor.
Si quieren llevarse alguno, o los dos, a sus casas, pueden encontrarlos en los siguientes links:
También están las versiones online en todas las plataformas y de HoyNoEsSiempre hay audiolibro. ¡Gracias siempre siempre siempre!