Volvieron las clases, volvieron los mocos: notas pediátricas

Volvieron las clases, volvieron los mocos. Y sí. En esta nota les dejo un apunte que puede servir para definir si ir o no a la guardia, y evitar exposiciones innecesarias a más virus.

Es simplemente orientativo, sugiero charlar cualquier duda con sus pediatras durante las consultas.

Fiebre

La fiebre es un mecanismo de defensa del cuerpo. Nos marca que el sistema inmune se está defendiendo, generalmente de virus o bacterias.

La fiebre no es algo malo. Se considera fiebre una temperatura corporal mayor a 38 grados, aunque en las últimas épocas por tema COVID estamos más atentos a partir de 37.5 grados.

La fiebre no es peligrosa ni grave por sí misma. Lo que tenemos que buscar, entonces, es la causa de la fiebre y muchas veces en la infancia tiene que ver con infecciones virales benignas.

¿Siempre vamos a saber «el nombre y apellido» de esa infección viral? No, porque salvo la sospecha de Covid o cuadros graves, no se suele buscar por laboratorio qué virus es. ¿Por qué? Porque no cambia el tratamiento.

Ante un niño con fiebre, antes que nada es preciso mantener la tranquilidad. ¿Siempre tenemos que bajar la fiebre con medicamentos? No, no es necesario. Lo que tratamos no es la fiebre sino el malestar que causa la misma: dolor de cabeza, fatiga, malestar general, pérdida del apetito. Si el niño está jugando contento, no es necesario darle antitérmicos, ni tomarle todo el tiempo la temperatura.

Los antitérmicos no dejan de ser medicamentos y de tener efectos adversos. No debemos guiarnos por la dosis que dice en la caja (me consta que muchos la traen «por edad) sino que se calcula por peso.

¡No esperemos que la fiebre baje «del todo» ni mucho más de un grado una hora después de administrado! Recordemos que la idea no es ganarle al termómetro sino mejorar el malestar. No se recomienda alternar medicamentos sin consultar al pediatra (una dosis de paracetamol, otra de ibuprofeno…) por riesgo de mayor toxicidad.

Los baños pueden servir, siempre con agua tibia. Bañar con agua fría solo genera incomodidad, que es lo que deseamos evitar.

Hay que respetar que probablemente el niño/a no tenga ganas de comer. Esto es normal, solo tenemos que estar atentos a que tome líquido (agua, teta, fórmula) y que haga pis normalmente.

¿Fiebre alta es sinónimo de enfermedad grave? No necesariamente. La sexta enfermedad, por ejemplo, es producida por un virus que se autolimita, y puede dar fiebre muy alta varios días.

¿Con cuántos días de fiebre voy a la guardia? Con más de 72 hs de fiebre, si no cede o no se empieza a espaciar (por ejemplo, el primer día le subía la fiebre cada 4 horas y hoy, tercer día, tuvo solo dos picos), o se suman otros síntomas como dificultad para respirar o dolor de oído, concurrir a guardia.

Los virus

«Probablemente sea un virus» es una frase enojosa porque no da certezas de nada. Y no, a veces no tenemos certezas, ¿Cómo nos damos cuenta los médicos y médicas que una enfermedad podría ser viral? Por los signos y síntomas que van cambiando a lo largo de las horas y días. Por eso OBSERVAR y ESPERAR también son conductas médicas.

Los virus NO SE CURAN CON ANTIBIÓTICO. Existen antivirales específicos para muy poquitos virus (ej: el aciclovir para el herpes).

Los virus respiratorios hacen un ciclo, que puede llevar de 5 a 10 días y el tratamiento es observar los signos de alarma y ofrecer confort.

El 75% de las infecciones respiratorias altas en la infancia son virales, y se esperan de 8 a 12 episodios por año para una infancia sin ninguna condición patológica de salud.

Los signos de alarma

Si se observan estos síntomas, es preciso ir a la guardia (no esperar médico a domicilio).

La fiebre o tos por sí mismas, aisladas, en una infancia que juega y toma líquido, no son sugeribles de guardia.

IR A LA GUARDIA SI:

  • Hay dificultad respiratoria (se agitan, se les hunden las costillas, respiran muy rápidamente, se ahogan)
  • No toman líquido
  • Vomitan todo lo que toman
  • No hacen pis
  • Diarrea con sangre
  • Mucho dolor
  • Fiebre que no cede y mal estado general
  • Convulsiones
  • Somnolencia extrema, irritabilidad
  • Fiebre en bebé menor de dos meses
  • Heridas graves o muy sucias, mordeduras de animales
  • 72hs de fiebre persistente, que no se espacia en el tiempo

No olvidar llevar DNI, carnet de obra social si corresponde, botellita con agua, cargador del celular, barbijo, alcohol en gel y medicación crónica si utilizan.

Vómitos y diarrea

Los vómitos y diarrea se pueden dar por causas infecciosas (bacterias, virus, parásitos) o por toxinas presentes en los alimentos. Las intoxicaciones alimentarias son más frecuentes en verano porque las bacterias se replican más rápido con el calor.

Cuando una infancia tiene vómitos o diarrea o ambas:

  • Probablemente no tenga hambre, no obligar a comer
  • Ofrecer líquido: agua, pecho, fórmula
  • Si no tolera tomar en vaso, pecho o mamadera, ofrecer traguitos frescos con una jeringuita o cuchara.

Concurrir a guardia si:

  • Presenta diarrea con sangre (el rotavirus por ejemplo da diarrea con sangre, pero hay que descartar también síndrome urémico hemolítico que suele debutar de esa manera)
  • Vomita todo lo que toma
  • No hace pis por más de 6-8hs
  • Mal estado general

¿Qué pueden comer con gastroenteritis?

No hace falta hacer una dieta de pollo a la plancha, fideos y papa.

Evitar gelatinas, Gatorade, Seven Up, calditos, tés, galletitas industriales.

Cuando tengan hambre pueden comer:

  • Frutas: priorizar las que tienen más agua en verano. Sandía, melón, durazno, ciruela…la que le guste
  • Verduras: evitando el consumo excesivo de hojas verdes. Papa, batata, chaucha, puerro, morrón, cebolla, tomate, etc.
  • Todos los cereales: arroz, fideos, mijo, avena, trigo sarraceno, centeno, cebada, etc.
  • Todas las legumbres: lentejas, arvejas, garbanzos, porotos, etc.
  • Frutos secos (NO SE SUGIEREN ENTERPS HASTA LOS 4-5 AÑOS POR RIESGO DE ASFIXIA): cremitas de avellana, de maní, de almendras, preparaciones con harina de frutos secos, etc.

Muchos de estos alimentos son prebióticos y ayudan a la reconstitución de la microbiota.

Evitar golosinas y ultraprocesados. Los lácteos de vaca pueden caer mal porque la diarrea genera una intolerancia transitoria a la lactosa.

El mejor remedio para la diarrea es la leche humana.

En algunos casos amerita el uso de probióticos (no tomar cualquiera, evitar el kefir, consultar)

No usar Reliverán, Buscapina ni ninguna de esas medicaciones sin indicación medica. Pueden tener efectos adversos.

¿Cómo acompañar?

  • Exposición cuidada al sol y al aire libre
  • Lactancia (suelen tomar más teta enfermos)
  • Evitar ultraprocesados
  • Alimentos saludables
  • Abrazos y mimos

Si querés leer más sobre Enfermedades pediátricas, hace click acá.

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