¡Esta es una pregunta súper frecuente!, y que además tiene que ver con ciertos aromas que identificamos como “olor a bebé” por productos que se usaron por mucho, mucho tiempo.
El olor de la cría del mamífero es perfecto para su familia. El olfato es uno de los sentidos más primitivos: el bebé humano es capaz de reptar recién nacido hasta el pezón de su madre, arrastrándose sobre el vientre de la misma, porque lo atrae el olor de la teta.
El pezón está circundado por las glándulas de Montgomery, que secretan un aroma similar al del líquido amniótico, único perfume conocido hasta ese momento por el bebé.
Nos olemos en los abrazos, olemos ese huequito entre el pelito del recién nacido. Abrazamos y aspiramos fuerte para no olvidarnos nunca más del olorcito. A medida que crecemos, el sentido del olfato sigue siendo fundamental.
No aceptamos comidas que “nos huelan mal”, porque nuestro cerebro capta la señal y nos protege de algo potencialmente dañino. También actúa el olfato cuando elegimos pareja: probablemente, ¡nunca estaríamos con alguien cuyo olor no nos guste!
Entonces, ¿se le puede poner perfume a los bebés?
No lo sugerimos, dado que la piel del bebé es sumamente sensible, y buscamos que el contacto con químicos sea el menor posible.
Algunos perfumes pueden tener algunas sustancias que pueden generar irritación o dermatitis a nivel local. 🧼Lo mismo aplica a los jabones o shampoos para bebés.
Sugerimos utilizar lo que llamamos syndets, una especie de jabón (aunque no es jabón) con un pH similar al de la piel, sin aromas. No sugerimos el uso de shampoo o acondicionador hasta al menos el año de vida.
¿Y los jabones para lavar la ropa?
La ropa del bebé se puede lavar en el lavarropas (hay post sobre el tema) con el mismo jabón que el de los adultos, teniendo en cuenta que tiene que estar muy bien enjuagada para que no haya restos de jabón.
Tampoco sugerimos poner “perfumito”, porque puede hacer contacto con la piel del bebé e irritarla.
@dra.ana.bellelli ¡Gracias!