▶ Esta alergia se da por la exposición del intestino del bebé a la proteína de leche de vaca. En algunos bebés, este contacto puede generar mecanismos inmunológicos que presentan diversas manifestaciones. La leche de fórmula es leche de vaca modificada; y la leche materna puede contener pequeñas proporciones de proteína de leche de vaca cuando la mamá consume lácteos.
▶ La sospecha diagnóstica es por la clínica, que puede ser muy diversa. Cacas con sangre, manifestaciones en la piel, manifestaciones respiratorias… hay que observar a cada bebé en forma individual.
▶ No existe un estudio específico para confirmar el diagnóstico. Se indica la dieta de exclusión: si el bebé toma leche materna exclusiva, la mamá no debe consumir lácteos ni derivados; y si hace lactancia mixta o solo toma leche de fórmula, esta debe ser reemplazada por una leche especial hidrolizada. También hay que evaluar productos de limpieza, de higiene, cambiar tetinas y chupetes.
▶ Esta dieta se realiza durante 15 días/un mes y se observa la respuesta en el bebé. Si la respuesta es favorable y los síntomas del bebé no eran graves inicialmente, se realiza el Desafío ¿Qué es esto? Es reintroducir la proteína gradualmente en la alimentación y observar la respuesta.
▶ El diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de la alergia a la proteína de la leche de vaca requieren de un equipo de profesionales (pediatra, gastroenterólogo, alergista y nutricionistas, entre otros) que den información clara y acompañen al bebé, niño o niña en el proceso.
▶ Existen grupos de familias que se apoyan y comparten información en las redes. Yo aprendí muchísimo de @recetas.aplv, quien me ha brindado su experiencia, conocimiento y mirada sobre el tema para poder acompañar mejor a las familias.
▶ Es importante comprender que cada bebé es un mundo y es preciso el abordaje individual para trabajar respetuosamente con cada familia ❤.
Fuentes:
Curso de Medicina Ambulatoria Pediátrica – Hospital Garrahan 2019.
“Alergia alimentaria en pediatría: recomendaciones para su diagnóstico y tratamiento”. – Sociedad Argentina de Pediatría 2018.