Estos días estuve recibiendo bastantes mensajes donde me consultaban por este tema, por eso hoy dejo esta nueva entrada.
No todas las personas comemos por la boca. Algunas personas, por ejemplo, requieren de un botón gástrico para alimentarse.
Pero ¿qué es un botón gástrico? Es una sonda de silicona transparente que se coloca a través de la piel del abdomen hasta el estómago. Por allí se introducen medicamentos, suplementos y alimentos.
Algunas de las personas que utilizan botón gástrico también comen por la boca, y otras no. Y, como todas las personas, tienen preferencias, buen o mal humor, ganas de sentarse o no a la mesa, o ganas de jugar o de ver la tele a la “hora de comer”.
Cuando por ejemplo leemos bibliografía sobre Baby Led Weaning, muchas veces se interpreta que solo puede implementarse ese “método” en niñxs de término, sin ninguna patología de base. Pero si pensamos que el #BLW justamente replica la alimentación perceptiva, en la cual se atienden las necesidades de hambre y de saciedad, los signos de satisfacción y displacer, se incita a la persona a tocar, explorar y encontrarse con los alimentos… ¿Por qué no podría ser posible? Lo que nos interesa no es comer en trozos, es relacionarse sanamente con la comida.
La alimentación es mucho más que ingerir nutrientes: es mirar la expresión del otro, es jugar a ordenar tomates, es ver qué cara pone mamá cuando el plato se cae al piso. Es compartir la tortilla con el perro y aprender los colores con la ensalada. Es cerrar los ojos cuando la mandarina es muy ácida, y también es hacer lío cuando hay que lavarse los dientes después de comer. Es quedarse dormido antes de la cena y es aprender a explicar que tenés hambre. Y todo eso, de diferentes formas, así como somos diferentes, es parte de comer y parte de la infancia.
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