Usamos los hongos en miles de preparaciones. Es un grupo de organismos que acompañan al ser humano desde el inicio de la civilización. El pan, el vino, la cerveza y los antibióticos son algunos ejemplos de cómo los hongos están integrados en nuestra vida.
Los hongos comestibles se pueden ofrecer desde el inicio de la alimentación complementaria. Son blandos y tienen una textura fácil de manipular. Los champiñones, las gírgolas y los portobellos son hongos que podemos ofrecer fácilmente.
Inclusive se venden kits para cultivarlos en casa y vivir esa hermosa experiencia.
Los hongos se lavan justo antes de cocinarlos ya que absorben mucha agua. A la hora de prepararlos, se pueden saltear con una materia grasa/un caldo, o rebozarlos cual milanesas.
Hay muchas opciones de prepararlos y todos son muy sabrosos. No les tengamos miedo.