Antes de empezar es importante aclarar que cuando hablamos de alimentación nuestra responsabilidad como familias se basa en dos cuestiones:
- Ofrecer alimentos saludables, de buena calidad nutricional
- Dar el ejemplo ya que lo que no consumimos nosotros, tampoco lo consumirán lxs bebés ni lxs niñxs.
Ahora sí, vamos con el tema de las cantidades.
La cantidad la decide cada bebé o niñx. Cuando ofrecemos alimentos sanos, fuera de los paquetes de ultraprocesados llenos de aditivos, el mecanismo hambre y saciedad funciona perfecto en lxs niñxs.
¿Entonces? Comerán la cantidad que necesiten, y no todos los días necesitan lo mismo. A medida que van creciendo, la velocidad de crecimiento se enlentece y ya no aumentan tanto de peso: no crecerán de la misma manera que en sus primeros 6 meses o en su primer año.
¿Existen excepciones? Sí, hay excepciones. Existen signos de dificultades en la alimentación que a lxs profesionales nos tienen que llamar la atención, por ejemplo el rechazo completo de texturas y colores. En este caso es importante actuar en forma interdisciplinaria (Para más info pueden encontrar en IGTV el VIVO “Dificultades en la alimentación”, que hice junto a @m.fernanda.iroume -terapista ocupacional-).
Paciencia: cuando hay alimentos saludables a mano y no se los obliga, lxs bebés y niñxs acceden naturalmente a ellos porque es lo que hay en casa. Y si en casa tenemos alimentos no saludables, tal vez es momento de replantearnos por qué los consumimos nosotros.
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