Es cierto que hasta hace no muchos años se aconsejaba retrasar la introducción del huevo en la alimentación complementaria hasta el año de vida ya que que es un alimento con potencial alergénico.
Luego de varias investigaciones, se modificó este consejo: hoy por hoy se puede ofrecer huevo desde el inicio de la alimentación complementaria (alrededor de los 6 meses), tanto la clara como la yema porque es imposible separar sus proteínas.
¿Cómo lo ofrezco?
Es importante que esté bien cocido. Podemos ofrecerlo en trozos (como en las fotos), deshacerlo como puré o incorporarlo en preparaciones (tortilla, omelette, muffins, hamburguesas de legumbres o cereales…)
¿Cuántos se pueden consumir?
Va a depender del resto de la alimentación que se ofrezca. Uno por día PODRÍA ser válido, pero reitero: depende del contexto, que otras proteínas come, entre otras cosas. Si es el deseo familiar, se puede no consumir alimentos de origen animal, con acompañamiento profesional.
¿Cómo podemos evaluar posibles alergias?
Brindar huevo durante 3 días (no necesariamente consecutivos), preferentemente de día. Hay diferentes manifestaciones de alergia alimentaria, por mencionar algunas, puede haber enrojecimiento de la zona en contacto, urticaria, vómitos o rechazo de este alimento… Nos tenemos que preocupar cuando hay dificultad respiratoria, lo que amerita consulta con un profesional de la salud (alergista).
Bibliografía para leer:
«Recomendaciones para la alimentación complementaria», Asociación Española de Pediatría, 2018.
