Las quemaduras también suelen ser lesiones frecuentes en la infancia.
Hay varias formas de clasificar las lesiones por quemaduras y, a su vez, hay muchos mecanismos por los que nos podemos quemar. Por ejemplo, el agua hirviendo genera una lesión denominada “escaldadura”, y es de las más frecuentes. También podemos quemarnos por exposición solar inadecuada, sobre todo los bebés.
¿Cuáles son las recomendaciones?
Ante todo, como siempre, la prevención. Debemos asegurarnos cocinar en hornallas traseras y evitar hacerlo con el bebé, niño o niña a upa; alejar al niñx del horno encendido; evaluar medidas de restricción a las estufas; no dejar la pava, taza o termo en superficies donde se las pueden tirar encima (un mantel, por ejemplo); y, en lo posible, evitar braseros o leña dentro del hogar.
¿Qué hacer ante una quemadura?
- Ante la presencia de una quemadura, hay que limpiarla con agua fría. Es importante no colocar pomadas, cremas, pasta dental, ni cualquier otro tipo de “medicamento casero”.
- Es importante no retirar las prendas de vestir, si las tenía puestas, porque puede haber riesgo de romper ampollas al hacerlo.
- Se debe mantener la zona limpia, y siempre se debe acudir a la guardia para que evalúen el tipo de lesión, la necesidad de curación de ampollas (si hay) y orientar para el seguimiento.
- Además, es fundamental la hidratación, el manejo del dolor y la alimentación saludable, a fin de que las heridas sanen de forma adecuada.
¿Siempre hay que consultar a un profesional?
La respuesta es SI, sobre todo si las quemaduras suceden en bebés pequeños. A veces, con mantenerla limpia bastará; otras veces, hay que tomar otras medidas, como puse más arriba. ¡Pero SIEMPRE hay que consultar!.