¿Por qué le decimos “NO” a la leche de vaca hasta, al menos, el año de vida?

La leche de vaca no es un alimento mágico que todo lo puede. Y no se recomienda su introducción en la alimentación infantil antes del año de vida.

¿Por qué no se recomienda la leche de vaca hasta el año?

  • Porque las proteínas de la leche de vaca pueden lastimar el intestino de los bebés y causar microhemorragias. En conjunto con esto, el calcio de la leche de vaca compite con el hierro en su absorción, un nutriente que es crítico. Estos dos factores hacen que el consumo de leche de vaca antes del año de vida sea una causa importante de anemia en bebés.
  • Antes del año, los bebés deberían tomar solo leche materna. Si esto no es posible, la opción es leche de fórmula, que si bien es leche de vaca, está modificada para no causar estos efectos adversos.
  • La leche de fórmula es costosa, y muchas veces las familias no la pueden comprar, por eso se introduce tempranamente la leche de vaca en la alimentación de los bebés. En esos casos, es necesario rebajarla con agua y agregarle algunos suplementos que dependen de la edad del bebé y que deben ser indicados por el profesional a cargo. Es la última opción, de escasa calidad nutricional, y de ahí es que insistimos en la protección, promoción y sostenimiento de la lactancia con profesionales formados en el tema que puedan asistir a las familias, y que esto no sea un privilegio.
  • La leche materna siempre nutre y debe durar lo que la familia decida.
    Después del año, es decisión de la familia ofrecer lácteos de vaca, pero si es así, no deben superar los 500 ml diarios de lácteos totales para no desplazar otros alimentos de mejor calidad nutricional.

¿Y el yogur y queso?

Con respecto a los derivados (yogur y queso), dado el contexto epidemiológico de anemia, no los sugerimos tampoco hasta el año pues siguen presentando proteína de leche de vaca en su composición.

La Asociación Española de Pediatría dice que a los 9-10 meses se podría ofrecer yogur natural o queso cremoso, pero porciones PEQUEÑAS (a saber: no un yogur entero, sino una cucharada de yogur). Entonces, la sugerencia es dilatar estos productos hasta el año de vida y ofrecer otros alimentos más baratos y ricos en hierro, como por ejemplo legumbres, cereales, derivados animales si los considera la familia.


FUENTE: «Deficiencia de hierro y anemia ferropénica. Guía para su prevención, diagnóstico y tratamiento», Comité Nacional de Hematología, Oncología y Medicina Transfusional y Comité Nacional de Nutrición. Arch Argent Pediatr 2017;115 Supl 4:s68-s82.

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